¿Se aburrió m`hijita y quiere ser infiel?

Hooooooooola, cómo están mis pokemones. ¿Pokemones son ustedes verdad?...¿no?...pero si esos son los niños que escuchan el EMO ¿o no…?. Por eso se llaman Pok…EMOnes.

Bueno, no importa, para mi son todos igual de lindos y preguntones, jajaja.

Nosotros seguimos saliendo a los lugares donde ustedes se juntan. Vamos al Estadio, al Eurocentro...a propósito, hace tiempo que no iba al centro. Tan cambiado que está. Ya no está Gath y Chavez eso si…¿ah?. Tan linda que era esa tienda.

Entonces, fuimos al Eurocentro y allá entre puros chascones, encontramos a una chiquilla. Gordita ella, pero tierna.

Esta es su pregunta.

Tía María Gracia…estoy pololeando hace cuatro años…pero como que ya mi pololo pasó a ser parte del paisaje…o sea…igual…me gusta otro amigo…pero no quiero dejar a mi pololo tampoco…¿es recomendable la masturbación para no terminar siendo infiel?...

Mmmmm, interesante pregunta, ¿ah?.

M’hijita, es súper normal que luego de un pololeo de 4 años su pareja empiece a ser parte del paisaje, como dice usted. Como un mueble: duro, lindo, pero fome, jajajaja. ¡¡¡Como mi ex marido pues!!!. Para qué estamos con cosas.

Pero bueno, como le decía mi amor, es muy normal porque cuando la cosa se vuelve rutinaria ahí uno empieza a mirar para el lado. Y ojo que a los hombres también les pasa. Hagan la prueba. Traten de verlos cuando hacen pipí parados, uno al lado del otro. El que mire para el lado, ése, ese está aburrido. Por no decir que se volvió “mariconcito”, jejejeje.

Pero volvamos a lo nuestro. Usted me cuenta que quiere zapatear en otra fonda.

Mmmm, mire, mientras la haga piola como dicen ustedes, yo creo que no hay problema. Así se reencanta y le encuentra el gustito de nuevo a sentir dentro de usted ese placer carnal; esa sensación cilíndrica; esa inyección de poder peludo y varonil….uffffffffffff….ay ay ay…¡¡¡ya!!!…

Como le decía, hágala piola. En otra palabras, no la cague.

Ahora sobre la masturbación, déjeme decirle que es usted una caliente. Si, una califa de primera. Claro, usted m’hijita no quiere dejar de gozar, jajajaja. Pero fíjese que masturbarse para no cometer infidelidad, es como hacerse un autogol pues mi amor, porque ahí la mano pasa a ser como el guayayo del patas negras.

Entonces, si se siente culpable, ¿se la va a cortar?. No pues.

Lo primero que tiene que hacer mi cielo, es reencantarse con su peor es ná y si no resulta, mirar pa’l lado y hacerla piola. O sea, invéntese una ida a estudiar a la casa de una amiga y le saca el jugo al coso de su patas negras.

Y la última alternativa, aplique el dedo loco. Pero no se acostumbre, que produce adicción. Si pues, a mi me costó salir de eso…ay!...vah…digo…a UNA amiga le costó salir, jejeje. ¿Ya?

Le escribió la Tía María Gracia

Cuídeselo.